En este momento, esos 16 mil millones de pesos le vendrían muy bien a los damnificados de Acapulco, muchos de los cuáles todavía no se reponían del golpe que les dio el huracán Otis, cuando John vino a darles otro golpe de la misma magnitud. Seguramente del dinero del Fonden el gobierno usó unos 2 mil millones de pesos para rehabilitar los alrededores del rancho “La Chingada”, en Palenque, Chiapas, lugar de retiro del presidente López Obrador.
Por cierto, ¿ya fue el presidente a ver a los damnificados en Acapulco? No, a él le urgía disculparse de sus socios los narcos y a tomarse selfis con sus gobernadores en el Tren Maya. A manera de ironía, sólo falta que el gobierno entregue a los damnificados de Acapulco unos pasajes de ida y vuelta para el Tren Maya.