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Crimen organizado refuerza su vigilancia en la frontera con Arizona con sofisticadas cámaras de vigilancia

Los tentáculos del crimen organizado se extienden una vez más en la frontera entre Sonora y Arizona FOTO: WEB

Los tentáculos del crimen organizado se extienden una vez más en la frontera entre Sonora y Arizona. Esta vez, no solo con el tráfico de drogas, sino con una red sofisticada de videovigilancia que ha sorprendido a las autoridades. En San Luis Río Colorado, se encontraron 24 cámaras ocultas, controladas por narcotraficantes, que les permitían vigilar el movimiento de fuerzas de seguridad y ciudadanos en la zona.

Los dispositivos, instalados en postes de luz, árboles y estructuras públicas, estaban distribuidos en colonias estratégicas para el narco, como Altar y Mezquite. Estos puntos, reconocidos como rutas vitales para el trasiego de drogas, ahora funcionaban como centros de monitoreo bajo el control de los delincuentes, quienes anticipaban cualquier operativo en su contra.

Este hallazgo marca una escalada en las tácticas de los cárteles para afianzar su poder. No es la primera vez que sucede algo similar; en Reynosa, Tamaulipas, una red de cámaras operada por el Cártel del Golfo ya había mostrado el ingenio del crimen organizado para espiar a las autoridades. Sin embargo, el despliegue en Sonora deja claro que la frontera sigue siendo un tablero clave en la batalla del narcotráfico, donde cada bando busca tener siempre la ventaja.