Elección imposible /1

Judicial
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) FOTO: WEB
- en Opinión

Sergio González Levet / No hay que tener muchos dedos de frente para entender que la vengativa Reforma Judicial de AMLO fue hecha a las carreras, en las rodillas y por personas que no poseen el conocimiento ni la experiencia. Por lo tanto, tiene una larga serie de inconsistencias legales, jurídicas y prácticas que irán haciendo muy difícil, y tal vez hasta imposible, que sea aplicada en la realidad.

Una de ellas, la más notoria, es la elección de jueces y magistrados. De acuerdo a como la propone el decreto votado por el partido oficial, sus aliados y el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, en un plazo más bien inminente de un año, el Poder Judicial tendrá que reponer a cerca de 1,600 autoridades, entre ministros y ministras, magistrados y magistradas, y jueces y juezas.

Y los nuevos juzgadores llegarán al puesto a través del voto del pueblo bueno y honrado, ése que nunca se equivoca aunque se equivoque.

Quienes elaboraron el proyecto de decreto que sustentó la ocurrencia presidencial no se pararon en mientes de pensar que la ley es la ley o que para plantear alguna reforma primero hay que pensar en las consecuencias de su aplicación.

El año entrante, habrá elecciones en México para nombrar a todos los juzgadores del Poder Judicial. Se dice fácil, pero el proceso será muy costoso, muy complicado, poco claro, nada participativo y poco convincente.

Es cierto que los morenistas gritarán a los cuatro vientos y en todas las tribunas de que disponen porque son gobierno y mayoría en el Congreso de la Unión y en las gubernaturas y en muchas legislaturas estatales, que el proceso fue el más democrático del mundo, y que con eso se acabará la corrupción en el Poder Judicial y la Justicia será una realidad para los pobres, que son primero.

Pero para elegir a los jueces los ciudadanos tendrán que ir a las urnas en una votación inédita. El INE apenas está viendo cómo le va a hacer con este proceso novísimo. Y los poderosos del Gobierno de la 4T (el actual o el que seguirá, que es lo mismo) buscarán la manera de que salgan elegidos los que ellos seleccionaron, para poder manejarlos a placer y otorgarle así el poder omnímodo a la Presidencia de la República.

Las elecciones de los jueces serán carísimas, y la gente del nuevo Gobierno se pregunta de dónde sacará los recursos necesarios, con la administración en ruinas que le entrega el Peje a Claudia.

Ése es el primer obstáculo, pero hay otros, y los revisaremos mañana, si sus mercedes atienden.

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