Irineo Domínguez Méndez / Hace ya más de 24 años que egresé de la Universidad Veracruzana. Durante mi estadía como estudiante tuve conocimiento de varias canonjías otorgadas al personal académico y de confianza. Me enteré, entre otras cosas, que el servicio médico brindado al personal de confianza incluye acudir a médicos particulares; dicho personal no está inscrito en el Instituto Mexicano del Seguro Social. El costo por tal canonjía es elevadísimo, pues, es sabido que médicos especialistas cobran más de $1,000.00 por consulta. En lo referente a oftalmología, el personal de la U.V. tenía o tiene derecho a la adquisición de 1 par de lentes cada semestre, con un costo promedio de $5,000.00.
Leí con atención lo publicado por un conocido periodista en varias páginas de internet. Él alude a las “penosas circunstancias” que vive el personal académico al acudir a un médico particular y menciona como ejemplo la experiencia de un profesor que no fue atendido por un especialista en la fecha en que fue agendado para tal efecto; pues, al enterarse el médico de que se trataba de un profesor de la universidad, le pospuso la cita dos semanas. Lo anterior confirma que este personal acude a médicos particulares que pagamos todos.
A la canonjía anterior se suma que el servicio médico de la U.V. incluye tener ¡espacios disponibles en los hospitales del gobierno estatal!, pues, existen convenios entre estos dos entes. Quien lo dude que pregunte en el hospital “Centro de Alta Especialidad” en Xalapa. Es necesario informar a la “población pagana” esto y más de lo que nos cuesta el servicio médico de la U.V.
Su servidor, como muchos otros necesitados de ser atendidos urgentemente, fue víctima de un convenio al solicitar una habitación y cama para un familiar en el Área Privada; la respuesta fue negativa, informándome que el Área estaba llena; por lo que decidí comprobarlo personalmente y fue entonces que descubrí la disponibilidad de 5 cuartos y camas. Al preguntar porqué se me negaba el servicio, me dijeron que esas habitaciones tenían que estar disponibles por si llegaba un paciente de la U.V. Este hecho me llevó a presentar una queja en la Dirección, la cual fue atendida y se me concedió lo solicitado.
¿A cuanto asciende el gasto asignado al rubro de servicios médicos particulares del personal de confianza de la Universidad Veracruzana que todos pagamos? Se informa que el gobierno local le adeuda cantidades considerables, pero nadie informa al respecto del tema aquí tratado. ¿Con qué montos o porcentajes se jubila el personal de confianza?; ¿Cuánto gana el Rector y Directores de facultades? Toda esta información es un misterio.
“La pinche austeridad” tiene que permear en todos los niveles de los entes públicos. ¿Se queja Ladrón de Guevara? Si está jubilada, que informe cuánto percibe mensualmente. Ella y demás quejosos viven en burbujas económicas a costa de la pobreza del pueblo. Bien hace el gobernador en destinar recursos a otras necesidades que agobian al pueblo; reitero, es éste quien está pagando las canonjías de empleados de confianza y académicos; es el pueblo quien carece de servicios médicos de alta calidad. Si están en desacuerdo en ser incorporados al IMSS, que paguen de su peculio el servicio médico privado, pero que no nos jodan. ¡Basta de canonjías!
Hay prioridades que atender para beneficio de los grupos más vulnerables. El campo está abandonado; bien pudiera ser apoyado enviando a pasantes de la carrera de agronomía a asesorar a campesinos para apuntalar la producción, para elaborar proyectos productivos, etc.; la insuficiencia de maestros en zonas rurales es un mal que aqueja la impartición de educación básica, la cual los pasantes de la carrera de pedagogía pudieran resolver. Es necesario ampliar los planteles de la Universidad para dar cabida a estudiantes deseosos de continuar sus estudios. Faltan médicos en las zonas rurales; urge que los pasantes o prestadores del servicio social sean enviados a esas zonas o vendrán más médicos cubanos. Etiquetar recursos para resolver este tipo de carencias es imperante, pero no destinarlos para satisfacer frivolidades. El personal que no esté de acuerdo ya puede presentar su renuncia.
Otro sí digo: La violencia, de cualquier tipo, en contra de quien sea, genera más violencia. ¡muera la violencia!