La foto que hace años se tomó Cuauhtémoc Blanco con líderes del narco en Morelos cobra relevancia en este 2024, cuando la violencia en Morelos está insostenible. Hace unos días se reportó que, en Cuautla, Morelos todos, absolutamente todos los comercios pagan piso; algunos ciudadanos en sus casas también pagan piso. El día jueves se reportó que 10 cadáveres fueron arrojados a un costado de la autopista México-Acapulco, a la altura de la colonia Adolfo López Mateos de Cuernavaca. Los grupos del crimen organizado operan en Morelos con completa libertad; hasta hacen alarde de su poder y de su impunidad.
A unos días de que el presidente López Obrador deje el poder, nos damos cuenta de las terribles condiciones en que deja el país. Los cárteles se disputan territorios y control en Sinaloa, Chiapas, Tabasco, Morelos, Guerrero, Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Estado de México y podríamos seguir con más de la mitad de os estados del territorio nacional. Queda claro que los gobiernos pactaron con el crimen organizado, les cedieron una parte del poder, por lo que las extorsiones a comercios, empresas y ciudadanos son como un nuevo impuesto que se debe de pagar para vivir en paz en este país.
Sólo esperemos que no nos acostumbremos a vivir así, como las autoridades pretenden hacernos pensar. En Morelos, sobre los 10 cuerpos arrojados, el gobierno de Morelos, en voz de titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano, dijo: Pareciera que solo fueron a aventar los cuerpos de hombres, que hasta el momento no tenemos una identificación. No sabemos si son de Emiliano Zapata o Temixco”. Lo dijo como si se refiriera a basura de otro vecindario.
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