Gabriela Alejandra se desempeñaba como maestra suplente de una escuela pública y, mediante engaños, hizo que una niña entrara al sanitario, donde presuntamente consumó el hecho. Los padres de la menor exigieron que hicieran justicia. Días después la maestra fue detenida.
En esa ocasión las autoridades emitieron un comunicado donde señalaron lo siguiente: “Los hechos fueron visibilizados mediante la denuncia penal, por lo que el agente del Ministerio Público abrió una carpeta de investigación y al reunir datos de prueba necesarios, solicitó una orden de aprehensión, misma que fue cumplimentada por elementos de la Policía Investigadora”.