Paro laboral del PJF: Efecto negativo

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Paro laboral del PJF: Efecto negativo FOTO: WEB
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Por: Irineo Domínguez Méndez / La filosofía popular contiene frases que aluden a experiencias vividas. Aludo a una de un versículo bíblico: “por sus frutos los conoceréis”. Lo anterior viene a colación en virtud de que este tecleador participó en un hecho el día 03 de septiembre, al acudir a los juzgados federales ubicados en Boca del Río, Veracruz; motivado por la necesidad de obtener una copia de una sentencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal. La atención recibida fue decepcionante por la ignorancia del personal y por las falacias argumentadas para dar una negativa tomando como fundamento el derecho al paro de labores (sic); acción rebasada al ser aprobada la Reforma Judicial en la Cámara de Diputados; posiblemente sucederá lo mismo en la de Senadores.

Conociendo las excepciones que pueden ser atendidas por personal de los juzgados federales en “paro de labores”, llegué al edificio donde se ubica el Tribunal, alrededor de las 10:00 horas; observando bloqueados los accesos por personas manifestándose con disonancia, utilizando micrófonos y grandes bocinas y vociferando incoherencias, entre ellas: “si eres despedido injustamente: ¡amparo!; si violaron tus derechos humanos: ¡amparo! etc.

Frente a una puerta de acceso, informé a un guardia de seguridad la razón de mi presencia; él hizo señas a una mujer, quien, posteriormente, dijo ser Actuaria del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal; le informé la razón de mi visita. Ella dijo que: “el personal del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal no estaba presente; que a ese personal le tocaba manifestarse a partir de las 12:00 horas; que de 09:00 a 12:00 horas le correspondía al del Primer Tribunal”. ¡Los paristas se turnan horarios para participar en las actividades del paro de labores”!. Pregunta: cuando no participan, ¿dónde están?; ¿descanso fuera del periodo vacacional?

La Actuaria llamó a otro Actuario; éste, en un inicio, aceptó ser parte del personal del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal. Informado de mi propósito, me respondió que era imposible. En el intercambio de argumentos – los míos a favor de mi objetivo y él a favor de las causas del paro de labores y de la imposibilidad de obtener lo que yo requería – el tono de ambos fue subiendo de volumen; más el mío.

El Actuario aludió a una de las circulares del Consejo de la Judicatura, la cual refiere que se atenderán asuntos con carácter urgente, de acuerdo al Artículo 22 Constitucional; mismo que, en su primer y últimos párrafos, dice: “Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. (…) A toda persona que se considere afectada, se le deberá garantizar el acceso a los medios de defensa adecuados para demostrar la procedencia legítima del bien sujeto al procedimiento.

Le repliqué que lo solicitado se ajustaba a dicho numeral; pues, un procesado, padre de tres hijos, está privado de la libertad; que su defensa adecuada exigía conocer el contenido de la sentencia. Añadí que era la tercera ocasión que intentaba obtener el documento; la primera vez todo el personal del Tribunal estaba de vacaciones y en la segunda inició el paro de labores. Pregunté si en la pobreza del recluido fundaba su negativa; contestó que, si Carlos Slim llegara a solicitar algún trámite a ese lugar, recibiría el mismo trato. Argumenté que Carlos Slim acudiría, vía telefónica, a la Presidenta de la Suprema Corte: Piña Hernández y ésta resolvería su solicitud en lo obscurito.

La incomprensión de este sujeto me motivó conllevar sus falacias y expresiones y me retiré; al hacerlo, me percaté de la presencia de medios de comunicación; comenté lo sucedido con uno de ellos, sin advertir ser observado por el Actuario. En espera de un medio de transporte, vi al Actuario dirigirse hacia mí; preguntó qué declaré al medio de comunicación y me manifestó que haría lo posible por conseguir la copia de la sentencia. Mientras esperaba el regreso del Actuario, observé que algunas personas hacían sonar el Claxon al pasar, en apoyo de los manifestantes; otros lo hacían mostrando molestia y personas cerca de mí comentaban su desacuerdo sobre el paro de labores; esto invitó a la reflexión.

Pienso que la acción es un error garrafal, pues, refuerza el repudio hacia el poder judicial incitado por Amloco desde la información dada, cierta o falsa, en las “mañaneras”. Los señalamientos de corrupción – en el sentido amplio – son pocos, pero contundentes; ejemplo de ellos son los salarios insultantes que tienen los ministros; la narrativa de democratización de ese poder, acrecienta la descalificación. En cambio, los “paristas” carecen de argumentos válidos. Su movimiento es identificado como servil; contaminado con la presencia de impresentables, como lo son Claudio X. González y los dirigentes prianistas, los segundos probables corruptos en el reparto del poder de sus respectivos partidos; el movimiento parece estar subordinado a intereses económicos. Peor aún, sin daño a los derechos laborales, es presumible el apoyo de “paristas” a las canonjías de Ministros, Magistrados y jueces. En relación al personal de confianza hace suponer excesivo su número; tal vez temen no volver a ser recontratados.

Paristas y sujetos en contra de la Reforma, insistentemente, aluden a la supuesta ignorancia del electorado; citando desconocimiento de las cualidades necesarias para ser juzgador; soslayan que la Reforma indica los requisitos que deben cubrir los aspirantes. Eso se interpreta como insulto; provocando más apoyo a los reformistas. La oposición “escupe hacia arriba”; insensatamente habla de democracia y, sin embargo, la combate oponiéndose a que sean electos los juzgadores. La falta de calidad moral de prianistas desprestigia los objetivos de paristas. La cúpula del poder judicial, de tiempo atrás, se depreció, baste recordar que la presidenta de la SCJN había manifestado que “su guardadito de 25 MMP” los aportaría para la reconstrucción de Acapulco; pero, reculó, sin importarle el dolor humano y apoyada con el silencio del personal que labora en ese poder.

La falta de una estrategia estructurada y preventiva, de la disminuida oposición, que enfrente eficazmente escenarios posibles tendientes a su desaparición, facilita los triunfos del oficialismo en todos los ámbitos. Tan es así que se desconoce su agenda legislativa y, por lo tanto, política. Las declaraciones de los dirigentes prianistas prevén un rompimiento de su alianza para los procesos electorales del 2025 en Durango y Veracruz. De darse tal rompimiento, es de pronosticarse más derrotas electorales. En resumen, el paro de labores tiene efecto negativo.

Pasados unos 20 minutos, el Actuario salió del edificio y ¡sorpresa!, me entregó copia de la sentencia solicitada. Agradecí la entrega del documento y le manifesté lo observado durante mi espera y sin más comentarios, me retiré.

Otro sí digo. – La lucha por el “poder” no tiene límites; el judicial es parte de tal poder. ¡La democracia vale madre!

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