Desde luego que, ante esta arbitrariedad mayoritaria que debilita al poder judicial, existen dos posturas, por un lado, están los corifeos de la 4T que aplauden como focas incluyendo a personajes que, aunque saben que están cometiendo una afrenta contra la justicia mexicana, como Ricardo Monreal y por el otro lado, está una gran parte de la sociedad, que no aprueba que se debilite el equilibrio entre los tres poderes que le dan equilibrio a la vida democrática de nuestro país.
No por algo, Estados Unidos ha levantado la voz, advirtiendo que esta Reforma al Poder Judicial, podría abrir la puerta al narcotráfico y crimen organizado. Sin embargo, los morenos embriagados por el poder no quieren escuchar esas advertencias. Ellos están en el clímax onanista del poder absoluto.