Sin embargo, su estado de salud empeoró dramáticamente en las últimas semanas debido a complicaciones asociadas con su condición de portador de VIH. Su ingreso en terapia intensiva se produjo el 23 de agosto, tras una broncoaspiración que lo dejó en estado crítico. A pesar de los esfuerzos médicos, sufrió una falla multiorgánica que lo llevó al trágico desenlace.
En redes sociales, su madre, Claudia Follin, expresó el dolor de la familia al compartir la noticia: “Siempre estará en nuestro corazón”, escribió en un conmovedor mensaje. La familia, enfrentada a los elevados costos de repatriación, tomó la difícil decisión de cremar sus restos en México y llevar sus cenizas de vuelta a Córdoba, Argentina.