A lo largo de varias hospitalizaciones misteriosas, los médicos descubrieron rastros de cocaína y MDA en su sistema. El hombre, tras ser capturado y llevado ante la justicia, confesó que su motivación era casarse con su hijastra.
En un giro inesperado, Ruf alegó que su hijastra había sido la que le proporcionó las sustancias para facilitar sus planes. Según su declaración, el objetivo era eliminar a su esposa para que ambos pudieran estar juntos sin obstáculos. Este insólito caso ha generado una ola de indignación y conmoción en la comunidad local, que ahora sigue de cerca el proceso judicial y las implicaciones de este dramático episodio.