En un intento por evitar ser detenida, J.R.V. empezó a correr hacia el río, mientras gritaba con desesperación: «¡No me sigan, no me sigan!«. Sin pensarlo dos veces se lanzó al agua, siendo rápidamente arrastrada por la fuerte corriente. Elementos de Protección Civil y Seguridad Pública se movilizaron de inmediato para rescatarla, logrando sacarla del agua unos 200 metros río abajo. El rescate se llevó a cabo durante la madrugada del domingo, y las autoridades confirmaron que la mujer fue trasladada a un hospital para ser evaluada. Dado que el río Tula contiene aguas residuales, existe preocupación por posibles infecciones que pudiera haber contraído.
El episodio ha dejado conmocionada a la comunidad de El Llano Segunda Sección, donde reside J.R.V. Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar las causas de la violenta pelea y la sorprendente reacción de la joven. No se descarta la posibilidad de presentar cargos, tanto por la agresión como por el peligro al que expuso su vida y la de los rescatistas.