Después del soborno el cantante siguió con sus derrapes, lo que originó una persecución policiaca de los policías que se sintieron burlados; sin embargo, en esa ocasión tampoco lo detuvieron. La Fiscalía de Sonora abrió una investigación por estos hechos, lo que llevó al cantante a ser vinculado proceso, quedando en libertad hasta que se lleve a cabo el juicio. La pena por soborno es de 2 a 6 años de cárcel.
El cantante no puede abandonar el país hasta que se lleve a cabo su juicio. Por supuesto, si pudo sobornar a unos policías, Natanael Cano también podrá sobornar a unos jueces o incluso al mismo gobierno de Sonora. Desde el principio el cantante dio muestras de saber que en este país todo lo soluciona el dinero.