El incidente ocurrió en el transbordo de las líneas 3 y 5, dentro de una vitrina con los logotipos de Movistar. Según las primeras versiones, la pareja intentó ocultar su conducta inapropiada detrás de bolsas negras, pero fue descubierta por oficiales de la Policía Bancaria e Industrial que realizaban un recorrido de vigilancia en la zona.
Al percatarse de la situación, los uniformados detuvieron el acto y procedieron a entrevistar a los responsables, quienes admitieron su participación. Tras su detención, ambos fueron trasladados al Juzgado Cívico, donde enfrentan cargos por faltas administrativas y mal uso de las instalaciones del Metro.