Y es que, no hay que olvidar que el exgobernador de Chihuahua después de 41 años de pertenecer al PAN, este se cambio a Morena, desde luego convenencieramente, ya que al acercarse al partido del presidente López Obrador, este consiguió impunidad, ya que, sobre el expanista, pesaban serias acusaciones de mal manejo de los recursos de los chihuahuenses.
Hoy, queda en evidencia que Morena, no va a permitir que se toque a ninguno de los suyos, no importa que estos vengan con las manos manchadas de la corrupción, ahí esta el ejemplo del exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco quien se llenó de billetes los bolsillos de manera inexplicable, o el caso de la impresentable Ana Guevara sobre quién pesan serias denuncias. Sin embargo, tenga por seguro que no pasará absolutamente nada. Así pasa con los amigos de la 4T, para ellos, justicia y gracia, para los enemigos, justicia a secas.