Una versión de The New York Times señala que Joaquín Guzmán López y el Mayo Zamabada se reunieron en Sinaloa para entrevistarse con funcionarios del gobierno de Sinaloa. El periodista Alan Feuer, señala que el Mayo «salió de su escondite en las montañas y se trasladó a Culiacán porque Joaquín Guzmán le pidió ayudarle a mediar en una disputa entre dos políticos locales». Esto coincide con lo que señala el periodista Carlos Loret de Mola, quien señala que «un funcionario del gobierno morenista de Sinaloa estuvo en el lugar donde se quedaron de ver Joaquín Guzmán hijo y el Mayo Zambada». Dice Loret de Mola que el gobierno federal siempre estuvo al tanto de la entrega del Mayo Zamabada, ya sea que haya sido traicionado o se haya entregado voluntariamente.
En su columna de El Universal anota: «Mandos del Ejército, de la Marina, del gobierno de Sinaloa y del gobierno federal —que pertenecen al mismo partido político— fueron informados por las dos facciones del cártel de Sinaloa (Los Chapitos y los de El Mayo). Unos les dijeron lo que iba a suceder. Otros les contaron lo que ya había sucedido. Incluso se sabe que un funcionario del gobierno morenista de Sinaloa estuvo en el lugar donde se quedaron de ver Joaquín Guzmán hijo y el Mayo Zambada, y que fue el punto de partida de la operación de la entrega. De esa casa de seguridad se trasladaron al aeropuerto de Culiacán, donde autoridades registraron el despegue de la aeronave que habría llevado a bordo a un piloto americano y a un agente de inteligencia del gobierno de Estados Unidos».
López Obrador fue enterado de todo a pocas horas de que las autoridades americanas recibieran al Mayo en su territorio. Entonces, ¿para que hacerse el que no sabe nada? ¿En serio quiere convencer a los capos de que él tiene las manos limpias?
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