No, no es que López Obrador ignore lo que pasó con la supuesta entrega de Ismael “El Mayo” Zambada a las autoridades norteamericanas; lo que pasa es que se hace tono, se hace el “yo no fui”. Conforme pasan los días nuevos detalles se van revelando sobre el supuesto secuestro o supuesta entrega del Mayo Zambada y del hijo del Chapo Guzmán. La periodista Peniley Ramírez ha investigado que el vuelo que trasladó a los narcotraficantes salió de Culiacán, Sinaloa y tuvo como destino el aeropuerto Doña Ana en Nuevo México.
Sobre la salida del vuelo en Culiacán Peniley hace algunas anotaciones: «En Sinaloa, oficialmente, las autoridades mexicanas no han hallado registro del vuelo, ni siquiera del avión. Lo más cercano que he podido rastrear, gracias a pilotos que trabajan en la zona, es que unos días antes un avión del mismo modelo y pintado igual aterrizó en la pista El Zorrillo, cerca del municipio de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua. Conozco esa pista porque he aterrizado allí en uno de mis viajes de investigación. Es una pista bajo el control de la SEDENA».
¿Bajo el control de la SEDENA? Es decir, ¿en las narices de la SEDENA es que despegó una nave con matrícula clonada? López Obrador sabe más de lo que dice saber, pero tiene miedo que sus amigos del narco se enteren que él sabe lo que sabe.
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