Durante mucho tiempo los mexicanos se preguntaban cómo eran las reuniones que sostenía el presidente López Obrador con su Gabinete de Seguridad, antes de sostener sus conferencias mañaneras. Y se lo cuestionaban, no precisamente por sus resultados positivos, sino por todo lo contario, ya que la estrategia fallida de darles abrazos a los criminales en lugar de balazos demuestra que fue un rotundo fracaso.
En esta reunión aparece en primera fila, la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; la canciller Alicia Bárcena; y la consejera jurídica de Presidencia, María Estela Ríos. También aparecen, los secretarios de Defensa, general Luis Crescencio Sandoval; de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, el comandante de la Guardia Nacional, David Córdova, el subsecretario de Seguridad, Luis Rodríguez Bucio, entre otros.
Sin embargo, en vista de que los jefes del narco se manejan a sus anchas por todo el país y de que varios estados del país están controlados plenamente por ellos, muchos mexicanos se preguntan, de que han servido este tipo de reuniones mañaneras. De lo que si podemos estar seguros es que estas solo sirven para tomar café y galletas, y no precisamente Marías, sino seguramente de las más caras.
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