Una mujer que fue nombrada ministra de la SCJN debería saberlo, pero la señora no lo sabe, de ahí su deficiencia mental e intelectual. Otro síntoma de imbecilidad es cuando una persona escupe para arriba, sin darse cuenta el salivazo le caerá en la cara.
Doña Lenia Batres declaró sobre la Reforma Judicial: «No hay que desconfiar tanto del pueblo, no hay que creer que mandará a la Corte curanderos y parteras, y si alguna vez se equivoca mandando un imbécil a la Corte como suele mandarlos a otras partes, el mal no es eterno porque los magistrados van a ser movibles». ¿En serio doña Lenia? Por favor, díganos, ¿cuál es el procedimiento para removerla a usted?