En un giro inesperado de eventos en la Ciudad de México, Ingrid ‘N’, una escort, se encuentra en el centro de una polémica legal tras acusar a un cliente de violación. A pesar de que todas las pruebas realizadas resultaron negativas, la mujer exigió inicialmente 2 millones de pesos al acusado para retirar los cargos. Al no obtener la suma, redujo su demanda a 300 mil pesos, según informó el periodista Antonio Nieto.
La situación dio un vuelco cuando Ingrid ‘N’ fue acusada de extorsión por las autoridades, ya que la fiscal de Investigación de Delitos Sexuales de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX insiste en emitir una orden de aprehensión contra el cliente, a pesar de la falta de pruebas que respalden la acusación original. Antonio Nieto, al exponer el caso en sus redes sociales, criticó la actuación de la fiscal, insinuando que podría estar buscando aumentar el número de casos judicializados para mejorar sus estadísticas. La controversia se intensificó cuando Ingrid ‘N’ publicó una fotografía suya dentro de la Fiscalía, lo que desató una oleada de críticas en redes sociales.
“La selfie en la Fiscalía, el chiste se cuenta solo”, comentó un usuario, reflejando la incredulidad y el desdén del público ante la situación. Este caso ha generado un debate sobre la veracidad de las acusaciones y la ética de las demandas económicas en situaciones legales tan delicadas.
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