«Cuánto diera porque los mexicanos que están en Estados Unidos se organizaran bien y crearan sistemas de comunicación alternativos: radios, incluso conseguir concesiones para la televisión y redes sociales. Han crecido mucho, pero no para mexicanos, sino para estadunidenses», eso dijo el presidente después de que se enteró que de que las autoridades norteamericanas culpan a los migrantes, por el alto índice de drogadicción, y señalan que estos son los criminales que introducen drogas químicas, sobre todo fentanilo.
Lo que el presidente no ha querido reconocer, es que su gobierno no ha creado los suficientes empleos que permita a los paisanos regresar. No obstante, él les pide que se organicen para romper el muro de la desinformación, algo que debería sugerir a sus gobernados locales, para romper el cerco de las dichosas conferencias mañaneras.