Se recuerdan las primeras mañaneras del presidente López Obrador en 2018. Se recuerdan con sus gráficas, intentando hacer creer que conocían el problema a fondo. Se recuerdan las primeras medidas, cerra el flujo del combustible para que no hubiera ordeña. Se recuerdan las consecuencias, desabasto en toda la zona del Bajío, la compra fraudulenta de pipas para abasto que nunca dio resultado. A la fecha el huachicol es un negocio que siguen en auge. De acuerdo con el periódico Reforma en Jalisco abundan los piquetes de huachicoleros, ordeña de combustible que pone en riesgo a la población de Jalisco.
Reporta el periódico Reforma: «El encargado de logística de Pemex en Guadalajara, Ernesto Hurtado Arias, informó a las autoridades estatales que se hallaron cuatro tomas clandestinas en el tramo del ducto y una de ellas fue la que originó la fuga de aproximadamente 650 mil litros. Además, fueron aseguradas dos pipas, pero ninguna persona fue detenida. En julio se han detectado fugas de combustible provocadas por huachicoleros en la CDMX, bodegas con pipas de gasolina en Hidalgo, un túnel para ordeñar ductos en Edomex, un tanque cisterna con combustible robado en Querétaro, entre otras situaciones delictivas y de riesgo para la población».
Sin duda, el combate al huachicoleo fue una de las grandes derrotas del gobierno de López Obrador; no la única derrota, sino una de tantas.
Comentarios