Lo que todos sospechábamos se ha confirmado. La Federación Mexicana de Futbol despidió a Jaime «Jimmy» Lozano mediante un comunicado, tras su pobre desempeño en la Copa América. Al no pasar de la fase de grupos en el certamen de la Conmebol, los directivos decidieron terminar su proceso de cara a la Copa del Mundo 2026. Sin embargo, Lozano no se va solo: Ivar Sisniega, presidente Ejecutivo de la FMF, y Duilio Davino, director de selecciones nacionales, también dejarán sus puestos. Durante su tiempo como técnico, Jaime dirigió 21 partidos, ganando 10, empatando 4 y perdiendo 7.
Desde la eliminación de México en la Copa América, los rumores apuntaban a que Javier «Vasco» Aguirre tomaría el relevo. Aguirre, quien ha tenido dos procesos mundialistas con México sin éxito, vuelve a ser la apuesta de los dueños del balompié azteca, confiando en que su experiencia en Europa cambiará la mentalidad de los «ratones verdes«.
Este cambio no es más que una distracción. Las televisoras ensalzarán a Aguirre y a su cuerpo técnico para que los aficionados, que apoyan a la Selección Mexicana de Futbol, sigan gastando en ellos. El verdadero problema no radica en el técnico, sino en las raíces del futbol mexicano. Sin embargo, como solucionar esto tomaría años, los altos mandos prefieren cambios inmediatos que mantengan contenta a la afición, repitiendo el ciclo una y otra vez.
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