Sin embargo, el poder combinado con la soberbia y el rencor, dan como resultado acciones de venganza contra aquellos que osaron arrebatar el bastión de poder, como en este caso, la dinastía de los Yunes del estero. No hay que olvidar que el objetivo de la venganza es hacer daño a quien se supone que daño o intentó dañar a uno de los suyos.
En contraste, la justicia intenta reparar el mal. La venganza responde a la necesidad de satisfacer un deseo de castigo, encarna la filosofía del «ojo por ojo, diente por diente», y produce alivio momentáneo a quien la ejerce. Es una lástima, que por un lado se diga que se busca la reconciliación y por otro se tenga un puño de hierro cubierto con terciopelo. No cabe duda, que en la cofradía morenista, aplica bien aquellas palabras que dicen que algunos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello entero.