¿Se acuerda usted de esos días en que, desde la mañanera, todos los días mostraban estadísticas sobre el combate al huachicol, es decir, la extracción y robo de combustible? En ese entonces desde la Presidencia se alardeaba sobre la erradicación del huachicol, hasta que la realidad les cayó encima. En México el huachicol no sólo es un negocio del crimen organizado, pueblos enteros viven de ese negocio ilícito. Ante esta realidad la lucha cejó para dejar que algunos actores políticos controlaran el huachicol.
Por ello se empoderó en el norte del país Sergio Carmona Angulo, a quien dejaron operar para ordeñarle recursos para las campañas de Morena; después lo asesinaron. Por ello, que a estas alturas del sexenio el presidente López Obrador diga que se han ahorrado 330 mil millones de pesos en el combate al huachicol es absurdo, y si no que le pregunten a Mario Delgado, quien estuvo coludido en el negocio con Sergio Carmona Angulo.
Y si se han ahorrado esos 330 mil millones de pesos, ¿a dónde fueron a parar? Lo más seguro es que esos 330 mil millones sean el resultado de las cuentas alegres de un gobierno que no sólo dobló las manos ante el problema del saqueo de combustible, sino que al final se coludió en el negocio.
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