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Primero querían tirarlo, ahora todo mundo quiere tomarse una fotografía con el Poseidón de Progreso, Yucatán

En las tranquilas aguas de Progreso, Yucatán la estatua de Poseidón ha desatado una tormenta que va más allá del clima FOTO: WEB

En las tranquilas aguas de Progreso, Yucatán la estatua de Poseidón ha desatado una tormenta que va más allá del clima. Los residentes locales afirman que la presencia del dios griego del mar ha despertado la furia de Chaac, el venerado dios maya de la lluvia. La escultura de Poseidón, destinada a ser una atracción turística, ha atraído a multitudes de visitantes que, ignorando las advertencias y creencias locales, se acercan para fotografiarse con la imponente figura.

Esto ha avivado el mito de que la estatua ha perturbado a Chaac; algunos incluso culpan a la estatua por el impacto devastador del huracán Beryl. El huracán Beryl, que azotó Yucatán con vientos de 251 km/h, dejó una estela de destrucción a su paso. Este fenómeno, el primero de la temporada atlántica de 2024, llevó a la cancelación de numerosos vuelos en Cancún y al cierre de puertos, afectando gravemente el turismo.

Antes del impacto del huracán Beryl, los yucatecos organizaron la demolición de la estatua de Poseidón. Crearon un grupo en Facebook y más de 30 mil personas se unieron. Creen que su presencia pudo haber provocado el fenómeno natural, que se predijo que sería de categoría 5. Después de que el huracán se alejó, tanto locales como turistas salieron a tomarse fotos con Poseidón. ¿Quién los entiende?