Se organizaron en las redes sociales y al final tiraron el Poseidón, creyendo que con eso se acababa la maldición. En redes sociales subieron las fotos de los vándalos que destruyeron la estatua sin que ninguna autoridad se los impidiera. El día viernes y sábado se verá si tumbar la estatua de Poseidón fue una buena o mala idea.
En esos días el huracán Beryl azotará la península de Yucatán; esa será su prueba de fuego. Los pronósticos señalan que, a pesar de que Beryl llegará degradado a categoría 1, todavía arrastrará mucha lluvia, la cual anegará buena parte de Yucatán, incluyendo el puerto de Progreso. Es decir, con Poseidón o sin Poseidón, Beryl les va a poner en su madre.