Es increíble que en pleno siglo XXI la gente siga creyendo en supercherías, sobre todo promovidas por influencers en las redes sociales. La estatua de Poseidón fue colocada en las playas de Progreso, Yucatán, como un atractivo turístico. Sin embargo, a una tiktoker se le ocurrió que las lluvias que han azotado todo el país, incluyendo la península de Yucatán, eran causadas por esa estatua de fibra de vidrio. A alguien se le ocurrió decir que el dios maya Chaac se había molestado por la profanación y por eso lanzaba las lluvias.
Se organizaron en las redes sociales y al final tiraron el Poseidón, creyendo que con eso se acababa la maldición. En redes sociales subieron las fotos de los vándalos que destruyeron la estatua sin que ninguna autoridad se los impidiera. El día viernes y sábado se verá si tumbar la estatua de Poseidón fue una buena o mala idea.
En esos días el huracán Beryl azotará la península de Yucatán; esa será su prueba de fuego. Los pronósticos señalan que, a pesar de que Beryl llegará degradado a categoría 1, todavía arrastrará mucha lluvia, la cual anegará buena parte de Yucatán, incluyendo el puerto de Progreso. Es decir, con Poseidón o sin Poseidón, Beryl les va a poner en su madre.
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