En el senado de la república, todo parece indicar que el oficialismo no alcanzará la mayoría calificada que en ese caso es de 86 escaños, pero se quedará a tres o cuatro de alcanzarla, y sabedores de cómo se las gastan, no es improbable que pronto coopten o amenacen a unos cuantos senadores para, de facto, obtener esa mayoría.
De modo que, ahora el presidente y sus corifeos legislativos van por el poder judicial, único dique que se interponía en la alocada forma de gobernar del tabasqueño. No es que lo quiera reformar, es que lo quiere debilitar al grado del aniquilamiento funcional. Es un hecho que el presidente, no quiere contrapesos en el gobierno de su protegida. Por esa razón, ya solo nos falta decir la frase que aparecía en el Chapulín Colorado; «Y ahora quien podrá defendernos».