El daño pulmonar de Kyla se debió a la explosión de una pequeña ampolla de aire en su pulmón, lo que causó un agujero en el tejido y provocó un colapso pulmonar. Este caso resalta los peligros de vapear, ya que la inhalación de sustancias químicas presentes en los líquidos para vapear, como la glicerina vegetal y el propilenglicol, puede irritar y dañar los tejidos pulmonares, formando ampollas de aire. Estas ampollas pueden causar neumotórax, un colapso pulmonar.
Un artículo de la National Library of Medicine advierte sobre los efectos nocivos de los aerosoles generados al calentar estos líquidos, que pueden dañar los alvéolos pulmonares, las pequeñas bolsas de aire donde se realiza el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Vapear no es inofensivo y puede tener graves consecuencias para la salud.