Circuló muy temprano un mensaje en “X” atribuido al secretario de la Defensa Nacional. En ese mensaje supuestamente Luis Crescencio Sandoval muestra una actitud patriota, en la que exige al presidente de México que no intervenga en las elecciones que se llevarán a cabo el próximo domingo 2 de junio. Parte del mensaje dice: “Nos encontramos en un momento crucial de nuestra historia, un momento en el que nuestra nación, forjada con el sudor y la sangre de aquellos que lucharon por la libertad y la justicia, demanda nuestra acción y compromiso. Es nuestro deber sagrado, como defensores de la patria y guardianes de la democracia, exigir elecciones libres, transparentes, sin intervención del señor presidente. No permitiremos que la voluntad de nuestro pueblo sea manipulada, ni que la voz de la ciudadanía sea silenciada por aquellos que buscan perpetuarse en el poder”.
Ya la Secretaría de la Defensa Nacional ha salido a decir que el mensaje atribuido a Luis Crescencio Sandoval es falso. Era de esperarse. Un general con vocación patriota exigiría precisamente que el presidente de México garantizara unas elecciones justas.
Pero tal es el caso de que el secretario de la Defensa Nacional no es patriota. Como se puede ser patriota cuando se tiene, entre tantas propiedades, un departamento de más de 25 millones de pesos, comprado a un contratista al que benefició con contratos por 319 millones de pesos.
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