Señala el periódico El Universal: «De acuerdo con el último reporte de Integralia, al 28 de mayo de 2024 se contabilizaron 749 casos de violencia política a nivel nacional, registrados desde el 7 de septiembre de 2023, fecha en la que inició el proceso, y se estima que al término de las elecciones del 2 de junio la cifra se elevará a 760».
En estados como Michoacán, Chiapas, Guerrero y el Estado de México el crimen organizado tiene las manos bien metidas en la elección. Son ellos, los delincuentes, quienes dan el visto bueno a los candidatos. Si no les parece un candidato atentan contra su vida; muchos han terminado muertos. Esta es la consecuencia de una política de «abrazos, no balazos».