Por supuesto, la comunidad homosexual vio esta expresión como un insulto, como una afrenta de un papa que meses antes había recomendado que se bendijera a las parejas homosexuales. De inmediato el Vaticano intentó aclarar el punto: «El papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos, y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término, referido por otras personas».
El papa Francisco se pasó de coloquial y eso la gente común n se lo perdona, sobre todo porque piensan que de él sólo pueden brotar sabiduría.