Por ejemplo, se benefició a Silvia Vega Carpintero que solo tiene 4 años de antigüedad y no cuenta con militancia sindical. Pero no solo a ella, también se benefició a Beatriz Leal y a Maribel López. Lo peor del caso es que cuando los maestros le manifestaron sus inconformidades al maestro Reveriano Marín, este se lavó las manos, diciendo que no estaba enterado del caso, cuando bien pudo haber llamado al maestro Antonio Méndez Guzmán a que le entregara un informe del problema que enfrentan los maestros del Centro de trabajo 24 perteneciente a la Dirección de Escuela Normal.
Por cierto, el maestro Antonio Méndez Guzmán no puede resolver el caso de la base, sin embargo, si se toma el tiempo para los suyos. Se sabe que ya recategorizó a su hermana, María Iliana Méndez Guzmán y, apoyó a sus valedores con menos de 20 horas, en la Escuela Normal, Juan Enríquez. Total, Reveriano Marín ya se sueña en el congreso, mientras, que se chingue la base.