En la mañanera el presidente declaró: «Muy lamentable lo que pasó en mi tierra en Paraíso con este niño, nada más que se están haciendo las investigaciones ya se tiene avances para detener a los responsables. Lo que se manejó mucho ayer es que lo habían asesinado porque él quiso evitar que secuestraran a su mamá, su abuelita habló, pero no tiene que ver con el supuesto secuestro de la madre. Creo que quisieron llevárselo a él. Todo lo magnifican, me quieren perjudicar. Qué se puede esperar si su dios es el dinero».
Así de miserable el presidente de México que ignora que lo que está pasando en el país es responsabilidad suya. Pues con su política de «abrazos, no balazos», le ha dado a los delincuentes licencia para matar, hasta a los menores de edad.