La intentona del gobierno del estado, porque hay que ser muy ingenuos para creer que de ahí no salió la orden de detener a los cañeros que se reunirían con el candidato de la alianza “Fuerza y Corazón por Veracruz en Yanga, solo demuestra una cosa, desesperación. Desde luego que le salió barato al gobierno de Cuitláhuac García, al ver la bronca reacción de los simpatizantes de Pepe Yunes. Y es que, alguien tiene que decirle al gobernador, que en nada abona enrarecer el ambiente con acciones represoras y de intimidación a escasos 10 días de la elección.
Si esa va hacer su estrategia para detener la ola de apoyo a favor del peroteño, esta podría salirle muy caro. A nadie le conviene que la sangre llegue hasta el río. Lo que sí es un hecho, es que el candidato peroteño ha hecho una campaña muy inteligente que vino de menos a más, pero, sobre todo, muy cercana a los veracruzanos.
Por cierto, los artífices y mandamás de Morena en Veracruz, han lanzado y fortalecido la campaña de hacer creer que su candidata lleva una diferencia a favor de 25 puntos. Esto ha prendido los focos en la oposición, ya que podría ser una clara señal, de que Morena, no va a reconocer tan fácilmente la derrota de su candidata.
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