Ya lo habían anticipado varios juristas. El caso de la paraestatal Pemex en contra de María Amparo Casar estaba perdido. Sin embargo, como aquí no se trata de un asunto de leyes, sino de venganzas presidenciales, el asunto siguió caminado en una intentona por encontrar algún juez que se liara con ellos para darle la razón al estado. Pero no, nadie se prestó para ello. Un Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo consideró infundada la queja en contra de la decisión de un juez de restituir la pensión a Amparo Casar, la cual fue suspendida desde el mes de marzo.
Otro palo a López Obrador quien tiene una guerra frontal en contra de la presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. AMLO quiere vengarse de quien dio a conocer los jugosos negocios que sus hijos han logrado gracias al tráfico de influencias. AMLO acusa, sin pruebas a Amparo Casar de corrupta, cuando en realidad la corrupción la tiene en casa, no sólo con sus hijos y familiares, sino con varios de sus colaboradores que han perdido la vergüenza y exhiben sus riquezas como si hubieran salido de su justo trabajo.
Es un nuevo palazo en contra del presidente López Obrador por parte del Poder Judicial. ¿Usted cree que con esto entenderá el presidente? Claro que no, hay quienes no entienden ni a palazos.
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