La tensión se exacerbó cuando la víctima reveló que estaba embarazada del hombre, desatando la ira de la agresora. En un momento de furia incontrolable, Buendía Pacheco arrojó un líquido inflamable sobre la joven y le prendió fuego, causándole heridas mortales. A pesar de los esfuerzos por salvarla, la joven no logró sobrevivir a las graves quemaduras.
Tras una minuciosa investigación llevada a cabo por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), se determinó la culpabilidad de Adriana Margarita Buendía Pacheco en el feminicidio de la joven embarazada. Como consecuencia, fue condenada a una pena de 63 años de prisión, además de enfrentar una multa de 212 mil 040 pesos y la obligación de pagar un millón 405 mil 241 pesos como reparación integral del daño ocasionado.