El término “Lopezobradorazo” se tendrá que ir acuñando poco a poco, esto con ayuda de un presidente que cada día encuentra maneras diversas para darle vuelta a la realidad. Si revela información confidencial de algún particular, él dice estar en su derecho, porque como es el presidente, pues él puede hacerlo un asunto público. Si se acusa de corrupción a sus hijos, pues son mentiras, porque no hay denuncias ni pruebas, aunque las denuncias estén durmiendo el sueño de los justos en la Fiscalía federal y las pruebas ya se han hecho vox populi.
Si uno de sus gobernadores es corrupto, él dice que son honestos y que son lo mejor que le ha pasado a un estado, aunque el estado sea gobernador por el crimen organizado extorsionador. Pero la esencia misma del #lopezobradorazo la soltó el presidente en la mañanera del 6 de mayo de 2024.
Ante los contundentes informes sobre violencia en el país, el presidente otra vez contradijo a la realidad con sus maromas verbales: «No hay más violencia, hay más homicidios». ¿Y esos homicidios no fueron cometidos de manera violenta? ¿Acaso los homicidas le pidieron permiso a la víctima para dejarse matar de manera pacífica?
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