Nahle derrota inevitable; la mentira y el insulto, sus únicas armas

Rocío Nahle García FOTO: WEB
- en Opinión

Edgar Hernández* / Después de quedar descalificada, vituperada y exhibida ante la opinión pública, la candidata de Zacatecas, Roció Nahle, se refugia en la mentira y el insulto rogando a Dios termine la tragedia.

De hecho, luego del primer debate con Pepe Yunes regresó a la ciudad de México a tocar la puerta de los líderes de opinión y medios nacionales de amplia cobertura en busca de credibilidad a sabiendas de que está en los estertores.

Ya no revive.

Triste, pero cierto que a los veracruzanos dejó de importarles que si trae un plan de rescate y bienestar para los 212 municipios; que va por el rescate de los marginados de Zongolica y que los pobres serán ricos cuando “sea la mejor gobernadora de Veracruz”.

Para la ciudadanía es mayor la escalada de descredito que le cae como pesada losa en el marco de promesas mal leídas y sin sentido.

Imposible creerle que es honesta.

Literalmente imposible no creer que tiene millonarias propiedades al descubierto.

No se le puede dar crédito a sus dichos de que no tiene su fortuna en los paraísos fiscales de las Islas Vírgenes, ni que su familia se enriqueció a su amparo.

Menos que el siniestro de su esposo José Luis es honesto o que si fuera gobernadora iría cada sábado a “La Parroquia” sin ser abucheada, eso no va a pasar.

En paralelo, de verdad es creíble que “Dos Bocas” está funcionando como aseguró ante el periodista López Dóriga ante quien refuta que el secretario de Hacienda sostiene que el costo de la refinería se disparó no al doble, sino al triple hasta alcanzar los 240 mil millones de pesos.

Está muy bien defenderse, pero no a grado de considerar que no solo los veracruzanos sino todo el pueblo de México somos estúpidos.

Dos Bocas no funciona.

Hoy las repetidas defensas de la zacatecana se sustentan en que su opositor es un huevón, que tiene 14 casas ¿14 casas?; que está consignado ante la FGR, que recibió millones de Lozoya, que figura en una supuesta “Carpeta Azul”, que es familiar del clan Yunes hoy más sólido y consolidado que nunca y más que dispuesto a tumbarla.

Todo sin mostrar más que un puño de papeles ¿azules? que no se sabe si están en blanco o solo sirven de pretexto para atacar.

Otra de sus fantasías es que va a demandar por 100 millones de pesos al empresario Arturo Castagné por cien millones de pesos por atreverse a revelar las mansiones de Boca del Río, Coatzacoalcos, Tabasco, Monterrey y Nueva York.

¿Por qué no lo demanda mejor por tres mil 600 millones de pesos que es el estimado de la fortuna de la familia Nahle alcanzada en menos de 6 años?

Así dobletearía sin mucho esfuerzo ¿Qué no?

La terca realidad apunta, sin embargo, a que en los hechos la poco querida señora de Zacatecas está sola. Está abandonada. Sus mítines son fofos, aguados. Quedó fuera del manto de López Obrador.

La pobre mujer que deambula por los polvorientos pueblos que desconoce rogando el voto. Que la escuchen. Que le digan que es la más buena del mundo, que es honesta y que apoyará con su votación a Claudia Sheinbaum.

La neta es que no carga con capital alguno que la haga ganar por si misma, que desesperadamente se abraza al proyecto de Claudia quien presume alcanzar en Veracruz 2 millones 300 mil votos en su favor algunos de los cuales le podría derivar.

Es la misma táctica que siguió cuando ganó Cuitláhuac García abrazado al “Efecto Peje” con las abismales diferencia que hoy no está el Peje en las boletas electorales, que Cuitláhuac era un payaso de circo, que no un ratero en ese entonces, y que había respaldo, un amplio respaldo ciudadano.

Ya viene el segundo debate.

La de zacatecas está preparando sus hojas ¿azules? Para demostrar cuan corrupto es su contendiente sin pensar que habrá un espejo frente a ella, el espejo ciudadano que ya no le cree ni el bendito.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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