Después de unas horas los familiares volvieron a recibir otra llamada. Era Roberto, en esta ocasión preguntó si ya tenían el dinero solicitado. Más tarde volvieron a recibir otra llamada, sin embargo, ya no era Roberto, sino otro sujeto que les informaba donde podían dejar el dinero y el lugar donde podrían recoger a su familiar.
A pesar de que los familiares de Roberto Figueroa aportaron el dinero que les exigían el cuerpo del periodista apareció en el interior de un vehículo junto a otro hombre al que también le quitaron la vida. Los cuerpos fueron abandonados en un camino de terracería del poblado de Coajomulco, municipio de Huitzilac, limítrofe con la CDMX.