Este grupo multitudinario, compuesto por personas de la tercera edad y por jóvenes que no estudian ni trabajan, representan el voto duro del partido del presidente López Obrador. Desde luego que no son pocos los mexicanos que se han dado cuenta del despilfarro de los recursos en obras que son consideradas verdaderos elefantes blancos, prueba fehaciente es el famoso Tren Maya, que a cada rato se descompone, o el Aeropuerto Felipe Ángeles que luce como monasterio de meditación.
Pero la obra que vino a romper el molde es la refinería de Dos Bocas que, aunque, fue inaugurado hace casi dos años, esta sigue sin producir ni refinar un solo litro de gasolina. De modo que, este dos de junio, los mexicanos podrán refrendar este gobierno o de plano, mandarlos a la basura.