Para muestra basta un botón, se recordará que, desde el 9 de enero de 2019, los trabajadores adscritos a la Delegación Regional de Coatzacoalcos, se quejaron de los desplantes déspotas de la delegada, Paola Cabrera Antonio, una funcionaria que nunca en su vida había tenido un puesto de medio pelo y que ahora trepada en un ladrillo siente que ha alcanzado los cuernos de la luna.
En ese tiempo, los trabajadores de esta delegación, laboraban en condiciones precarias, las instalaciones estaban a punto de colapsar; todo se filtraba y cuando llovía, hacia corto el sistema eléctrico y en tiempo de sol, la carga era insuficiente; eso trajo como consecuencia que se quemarán los equipos de cómputo e impresoras, mismos que habían sido comprados con recursos de los propios trabajadores. Hoy, los trabajadores por cuarta ocasión, al notar el tortuguismo del improvisado secretario de educación, y la pereza de la ineficaz delegada, Paola Cabrera Antonio, vuelven a tomar la Delegación de Coatzacoalcos. (Primera nota, de dos)