Alma, una mujer filipina, experimentó un shock al notar que su recién nacido, Jaren, estaba cubierto de vello por todo su cuerpo, una condición médica conocida como hipertricosis. Inicialmente, atribuyó esta extrañeza a una antigua creencia local que sugiere que consumir carne de gato montés durante el embarazo puede llevar a una especie de “maldición“.
No obstante, tras consultar con profesionales médicos, se confirmó que Jaren efectivamente padece hipertricosis, una condición extremadamente infrecuente que afecta a sólo una entre mil millones de personas. Alma está profundamente preocupada por el bienestar futuro de Jaren, temiendo que su apariencia pueda hacerlo objeto de burlas o discriminación en la escuela y en la sociedad en general.
A pesar de los persistentes intentos por recortar el vello de Jaren, éste sigue creciendo de manera densa y espesa, lo que dificulta el manejo de su condición y aumenta las molestias que experimenta debido a las erupciones cutáneas, especialmente en climas cálidos.
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