En misa de Domingo de Ramos el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, pidió a los fieles católicos que una vez que llegaran a su casa con la palma bendecida, la pusieran en la puerta de sus hogares. Visible, como si fuera una señal para que Dios los libre de los ladrones. Pero el obispo hizo todavía una exhortación mayor, pues en estos tiempos los ladrones no sólo son los que se meten a las casas para apropiarse de nuestras propiedades.
Dijo el obispo de Orizaba: «Llegando a la casa pongan la palma en un lugar bonito, muchas de las veces ponemos la palma a la entrada de la puerta como que de pasadita para que nos libre de los ladrones, pero eso está re complicado. Si queremos que nos libre de ladrones, el 2 de junio hay que ir a votar con la inteligencia para tener claridad de qué queremos, ahí está la responsabilidad de nosotros».
¿A qué ladrones se refería? ¿Estaba hablando de “El Clan”? ¿Esos que dijeron «la red de corrupción somos nosotros»? ¿Estaba hablando de los hijos del presidente, José Ramón, Andy y Bobby, los que están saqueando el presupuesto del Tren Maya, de Dos Bocas y de otras obras monumentales en las que su padre el presidente está echando todo el dinero que le quitó a Salud, Educación y Seguridad?
Comentarios