Dice el refrán popular: «No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre». En este caso se podría parafrasear: «No tiene la culpa María Clemente García, sino quien la hizo diputada trans». Como diputada, María Clemente siempre ha estado en el centro de la polémica. En una ocasión hasta subió fotos a sus redes sociales practicando felación a sus amigos los albañiles. En otras ocasiones ha salido a las marchas a favor del INE o de la SCJN, a provocar a los que participan en las marchas. Ella dice que lucha por los derechos de las personas de la comunidad LGBT+, sin embargo, muchos de estos grupos, dada la conducta de la diputada, han dicho que ella no los representa.
Pues la diputada trans, ya entrando en campañas electorales, desde el Congreso de la Unión llamó a no votar ni por Claudia Sheinbaum, candidata de su partido, ni por Xóchitl Gálvez, candidata de “Fuerza y Corazón por México”: «Es una farsa que pongan una placa que diga la diversidad, que tengamos dos diputadas trans, y que no se legisle el transfeminicidio, no se ponga la identidad de género en la Constitución, y que no se discuta un dictamen que tiene ya más de dos años aquí detenido, va a terminar la legislatura y no lo quieren discutir ni la derecha, ni la izquierda. Es una falsedad, y yo por eso le digo a la población LGBT: mejor anulen su voto, no voten ni por Xóchitl ni voten por Claudia porque son una farsa de un lado y del otro».
¿Por qué esa actitud? Pues porque según ella los partidos políticos no le dan prisa a las propuestas sobre los derechos de las personas de la diversidad sexual.
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