Edgar Hernández* / Desde el arranque del gobierno de Cuitláhuac García se han escrito un sinfín de historias sobre su familia y las sombras de sospecha que sobre ella se ciernen.
A estas alturas de la decadencia de su gobierno queda en el imaginario colectivo presunto saqueo a las arcas públicas a paraísos fiscales de parte de su primo Eleazar Guerrero responsable de las finanzas familiares.
Y no hay duda en que el de Cuitláhuac fue el sexenio de la familia, de su familia.
Padres, hermanos, medios hermanos y hermanas porque ¡Ah, como fue inquieto Atanasio!, así como primos primeros y segundos, tíos y nuevos familiares de “Libres”, en Puebla, que fueron apareciendo.
En esta entrega habremos de ocuparnos en primer término de Xicoténcatl García Jiménez.
De especialidad Neumólogo, uno del montón según calificado por sus pares, mismo que incluso fue denunciado públicamente por el activista Antonio del Río Argudín, por la muerte imprudencial de una de sus pacientes.
La vida para este doctor que transcurría recetando “Ivermectina” cambió a partir del 2018.
Tras la asunción de su hermano se llenó de poder y dinero de tal suerte que a la fecha es considerado como el secretario de Salud “tras bambalinas”. Xicoténcatl es quien supo cómo estuvo el tema de los 900 millones de pesos en la compra de medicinas caducas.
El mismo que impuso a la mejor amiga de su esposa como su Alfil en la Secretaría de Salud. Es la doctora Romana Gutiérrez Pola, quien pasó de ser una doctora del ISSSTE del montón a Directora de Atención Médica Estatal, una especie de subsecretaria todopoderosa.
Nunca fue removida a pesar de que tres secretarios de Salud han pasado por la llamada SESVER.
Hace unos días el diario porteño Notiver descubrió esta perla gracias a una denuncia de los trabajadores del IMSS al exhibir a la doctora Romana como aviadora quien “desempeña tres empleos a la vez como Coordinadora Estatal del IMSS Bienestar también aparece en la nómina de la Secretaría de Salud y en el ISSSTE.
Cerca de 250 mil pesos mensuales recauda esta amiga del hermano del gobernador.
Xicoténcatl con su hermana la cardióloga Yoloxóchitl se ha dedicado a organizar congresos nacionales e internacionales de neumología y cardiología con costo al erario.
Han traído al WTC de Boca del Río a especialistas internacionales a congresos donde la tarifa de acceso por foro es de cinco mil pesos, pero como ellos disponen del boletaje terminan entregándolo a las huestes chairas para vestir los eventos.
En el Foro de “Expertos de Asma”, a donde asistieron especialistas de alta talla como el doctor Fernando Olguín de la Universidad de Colorado y el doctor Erick Folch, de la Universidad de Harvard hubo dispendio tal que caló entre el gremio de doctores por el exceso de gastos y dispendio manifiestos.
Al juicio ciudadano se suma el resto de la familia.
Un repaso a vuelta pluma nos encuentra con que el señor gobernador tiene en la nómina a 52 familiares entre sus padres, tíos, primos hermanos, medios hermanos, y a toda su parentela hasta de cuarto grado.
Desde el arranque de su gobierno quedó al descubierto ante la opinión pública el nepotismo manifiesto que da cuenta de la prosperidad del árbol genealógico de Doña Manuela, mamá de don Atanasio García.
Y es que aparte de los sospechosos desvíos del primo Eleazar Guerrero Durán a paraísos fiscales del Caribe, están sus hijos Nitzia y Eleazar hijo en el DIF y la Secretaría de Seguridad Pública.
Por ello en días pasados puso tierra de por medio al dejar la subsecretaría de Finanzas, ir por el fuero, aunque esté colocado en el lugar 16 de la tómbola.
A la lista, por supuesto, se suman los hermanos del Cui, todos unos sibaritas.
Uno Tonatiuh, cineasta poco talentoso, pero con un presupuesto de 20 millones en publicidad de RTV para su película.
El otro, Quetzalcóatl, maestro del Cetis, acusado de acoso sexual y en un segundo plano está Diego Eusebio (medio hermano), Coordinador de Giras de la Oficina de Gobierno de Palacio, un chavo que no sabe ni madres.
Les siguen las medias hermanas Dorheny, Diddy y Ailett, una ex Secretaria del Trabajo, antes diputada federal, otra pegada a la ubre pública y la tercera magistrada del TSJ sin carrera judicial alguna cuyo marido Elio Hernández es, ni más ni menos, el Secretario de Infraestructura y Obra Pública SIOP, con un manejo presupuestal de mil 829 millones de pesos anuales que prácticamente devuelve a la federación por subejercicios.
Desde luego que resulta imponderable evocar al padre de todo este caos. El jefe de la familia en el poder, don Atanasio, goza de dos pensiones –jubilado de la UV y jubilado del Cetis- y un empleo, digamos honorario, en la Secretaría de Educación en el estado.
Eso es lo que gusta a Morena. Ya lo vemos con Rocío Nahle.
*Premio Nacional de Periodismo
Comentarios