Al oriundo de Macuspana, Tabasco, se le ve cada vez más solo, enojado e irritable, mientras su aspecto físico acusa inevitablemente, el desgaste del poder. Ya no es el mismo, sus mentiras lo han alcanzado, sobre todo en los terrenos de la salud y seguridad. Su promesa de llegar a ser como el país nórdico de Dinamarca, fue sustituido por la construcción, mejor dicho, adaptación de un mamotreto llamado “megafarmacia”.
En seguridad, literalmente el narco ha secuestrado estados completos, ni el ejército ni la dichosa guardia nacional han podido detener el secuestro de familias inocentes y ni han podido frenar el cobro de piso. Hoy, los mexicanos e encuentran entre el desencanto y la desilusión. Claro, aquellos que reciben las migajas mediante ayudas sociales, lo seguirán viendo como su gran salvador.