Sin embargo, la policía descubrió que el cuerpo de la persona adulta tenía varias lesiones que no iban de acuerdo con un accidente. Por lo mismo, el principal sospechoso fue su propio hijo, Rafael. Cuando detuvieron a Rafael confesó el crimen.
Al parecer, el día de los hechos, estaban tomando cervezas con su padre en una calle de la colonia Emiliano Carranza y luego de que comenzaran a discutir lo golpeó de tal manera que el padre cayó inconsciente. Rafael relató que su padre no quiso comprar más caguamas y ante la situación enfureció. Luego, al ver que no reaccionaba marcó a la policía y escapó del lugar.