Para varios analistas, entre ellos Joaquín López-Dóriga y Carlos Loret de Mola, la Ciudad de México ya está perdida para Morena. Los pleitos de origen que dieron la candidatura a Clara Brugada y no a Omar García Harfuch empezaron a abrir una brecha entre la candidata presidencial y la candidata a la Ciudad de México, las dos de Morena. Pero no sólo eso. La actuación de Martí Batres también ha abonado para que los habitantes de la CDMX den cuenta del hartazgo que hay por un gobierno que se olvidó de la ciudad, al que sólo le interesa mantenerse en el poder por el poder.
Señala el periodista Carlos Loret de Mola: «Son cada vez más las señales de que Morena ve cuesta arriba la lucha por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que solía ser su principal bastión. Para el oficialismo luce perdida esa elección, una suerte de continuación del susto del 2021. En el cuarto de guerra de la candidata presidencial morenista —me cuentan fuentes internas— atribuyen este escenario adverso a dos figuras políticas centrales en la zona metropolitana de la capital del país: el jefe de Gobierno, Martí Batres, y la gobernadora mexiquense Delfina Gómez».
Por su parte López-Dóriga anota: «Hoy, tras una larga precampaña, las cuentas no le salen al Presidente. Hay división en Morena y va a perder Ciudad de México el 2 de junio, secuela de la derrota en las intermedias de 2021, cuando López Obrador perdió su santuario, nueve de 16 alcaldías y la mayoría en la Cámara de Diputados, preludio del diluvio que se le avecina».
Comentarios