Entonces la señorita sí pega el grito al cielo y pide ayuda. En un mensaje de “X”, antes Twitter, anota: «Mi papá, el mejor periodista de este estado. Está desparecido. Necesito por favor que nos ayuden a encontrarlo. Ayúdenos a llegar hasta el, por favor les pido que difundan». Y todavía, para ganarse adeptos sale con la pedantería: «El mejor periodista de este estado».
En redes sociales ya le contestaron: «Qué terrible que tengas que vivir algo así para abrir los ojos del terrible desastre en seguridad de este país, y de cómo has defendido que esto suceda. De corazón espero que aparezca pronto». Como dice el dicho, «nadie aprende en cabeza ajena». Hasta que le suceden a uno las cosas es como uno aprende que la realidad no es como uno la cree.